Con la valentía de quien lucha por su recuperación y busca justicia, Hazel Michell Cortés Ruiz, una joven maquillista víctima de un salvaje ataque, continúa su proceso de convalecencia a un mes de la agresión.
Sentada en una silla de ruedas, la joven Hazel, cuya salud sigue afectada por las heridas, alza su voz exigiendo que su agresor, Fabricio Jared Matute Cabrera, sea capturado y enfrente las consecuencias de sus acciones.
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La cruenta jornada ocurrió el 23 de julio en Chamelecón, cuando Hazel y su amigo Ariel Girón fueron atacados por Matute. Ambos jóvenes sufrieron graves heridas a manos del agresor, quien pasó su vehículo sobre sus cuerpos en repetidas ocasiones, dejándolos moribundos.
A pesar de su difícil situación, Hazel mantiene la esperanza y relata su proceso de recuperación: «Estoy en la casa, recuperándome, pero ha sido difícil porque tengo heridas en todo el cuerpo y me han sometido a dos operaciones en la cabeza y la pierna». Aunque está evolucionando positivamente, aún enfrenta obstáculos en su recuperación y lucha por volver a caminar.
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Las heridas más graves que sufre Hazel se encuentran en la espalda y la cabeza. «Los médicos, los primeros días, decían que era un milagro que estuviera viva», comparte. A pesar del dolor físico y emocional, mantiene una profunda gratitud hacia Dios por haberle concedido una segunda oportunidad.
La víctima expone la angustia de su experiencia: «Pido que se capture a Fabricio». Revela que el ataque fue motivado por los celos del agresor, quien ya había mostrado hostilidad hacia Ariel en ocasiones anteriores. Hazel insiste en que el ataque cambió su perspectiva de la vida y la llevó a buscar refugio en la fe.
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