Una denuncia podría ser el inicio de un proceso de liberación por parte de una víctima para encontrar los debidos apoyos que la ayuden a salir de una situación de violencia, pero en Honduras la realidad es otra.
Algunas organizaciones sociales apuntan que en el tema de crímenes contra mujeres existe una impunidad superior al 95%, es decir, que la mayor parte de casos sigue sin resolver.
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Y esto se vuelve una cadena, al no existir una pena que caiga sobre el responsable, otros agresores piensan que tienen la vía libre para poder actuar sin repercusiones en sus acciones, y es cuando las agresiones pueden llegar hasta un femicidio.
Es por ello que la falta de justicia limita a que la víctima de violencia no denuncie o efectuar algún tipo de acción legal contra su agresor, pues tomando en cuenta lo que ocurre con la generalidad queda en papeles en algún archivo…
¿Y si la justicia no llega?
Dunia*, es una hondureña que le ocurrió esta situación, se limitó a dar detalles de su caso de violencia doméstica, no obstante, sí reveló cómo se sintió al momento de no recibir ese apoyo que tanto anhelaba y que nunca llegó.
“Uno se siente vencido, impotente, no le podría explicar (…) Yo ya dejé que sea Dios que se encargue de esto”, se limitó a decir con un poco de pesar en su voz.
Así es como quedan las afectadas, a la deriva, sintiéndose atrapadas en una situación donde ejercen violencia en contra de ellas y posiblemente perseguidas por su agresor, ya sea de forma física o digital.
*Utilizamos un nombre falso para proteger la identidad de la fuente del testimonio.
Feminicidios en 2023: una sola resolución condenatoria
La coordinadora de la Unidad de Investigación Feminista del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), Lara Bohórquez, profundizó acerca del tema de impunidad, explicando que para hacer una medición como tal se tienen que tomar en cuenta muchos indicadores.
“Un indicador puede ser cuántos casos ingresan al Poder Judicial y cuántos se resuelven. También hay que ver qué tipo de resolución”, expresó.
De acuerdo con los datos brindados por Bohórquez, durante 2023 entraron 171 casos de muertes violentas en perjuicio de mujeres (…) De estos solo 31 se tipificaron como femicidio y solo 1 obtuvo una resolución condenatoria.
Agregó que: “Entonces ahí nos está hablando de un nivel de impunidad altísimo, pero también lo veo como, antes de eso, ¿qué hubo? Si un caso no se investiga de la forma con los lineamientos correctos, es perdido”.
De igual manera, expuso que existe desconfianza a realizar la denuncia por parte de las ofendidas, en el caso de violencia doméstica hay un fuerte porcentaje de expedientes caducados, pues las denunciantes se enfrentan con letargo y deciden no continuar, dejando el caso a la mitad.
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Dio un ejemplo de una mujer que fue asesinada a pesar de que ya había interpuesto una denuncia en contra de su pareja; el responsable contaba con medidas cautelares, pero no se constataba que se cumplieran, y terminó por ultimarla.
“Las mujeres no confían en el sistema judicial, no denuncian porque el Estado no les ofrece una respuesta (…) Esto nos muestra que la impunidad en las mujeres, incluso en las que denuncian, no tienen seguridad en este país”, dijo.
No existe un sistema como tal a nivel nacional para un protocolo establecido de tratamiento de todo tipo de denuncias, incluso existen casos donde llega una a los entes y los que deberían brindar una atención hacen todo lo contrario: se burlan, coaccionan para que no pongan denuncia e incluso revictimizan a la perjudicada.
¿Camino al cambio?
Por su parte, el director de Comunicación Estrategica de la Secretaria de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, aseguró que se ha incrementado el recurso humano y la logística para solventar atención a denuncias de las mujeres; “sobre todo para mejorar el proceso de remisión de los detenidos supuestos responsables de la comisión de delitos al Ministerio Público y juzgados competentes”, afirmó.
Además, puntuó que las limitaciones que habían tenido en el pasado pudieron afectar la capacidad de la Policía Nacional, ha cambiado.
La apuesta por parte de la Policía Nacional en este tópico es la línea 114, para que toda aquella mujer violentada llame y pueda recibir asesoría de parte de agentes especializados en el área.
“Actualmente tenemos más de 600 féminas trabajando en la línea 114 a nivel nacional, que es una línea de atención meramente a las mujeres que han sido ultrajadas, ofendidas, lesionadas, maltratadas y que se les han vulnerado sus derechos”, acotó Martínez Madrid y al mismo tiempo reveló que ha funcionado bien.
En otro orden de ideas, aceptó la falta de coordinación interinstitucional, sin embargo, puntuó que ahora no existe, reduciendo algunos tropiezos que presentaban al momento de investigación.
“La Policía Nacional está preparada para estos casos con recurso forense, investigativo, logístico, humano, tecnológico para poder llevar indicios que se conviertan en pruebas sólidas”, finalizó.
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Merecer justicia
Bohórquez enfatizó que para las autoridades mejoren en los procesos de atención es con un trabajo coordinado e integral para abordar este flagelo de la violencia en contra de las mujeres y niñas.
Si están efectuando mejoras de parte de las instituciones encargadas de hacerlo, serán los resultados que hablen por sí mismos ante la deuda histórica que se tiene con las mujeres en el país.
Es sumamente necesario entender que la violencia son más que cifras, estadísticas y titulares de noticias, hay miles de mujeres, jóvenes y niñas con rostro e historias no escuchadas detrás, que merecen que la balanza esté de su lado: un debido acceso a la justicia.
Primera parte de la serie👉 Una pesadilla en la vida real: Situación de violencia de mujeres en su propia casa en Honduras
Licenciada en Periodismo (UNAH).
Redactora de Once Noticias.
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