Ante la llegada de viruela del mono o viruela símica al territorio hondureño, estas son las precauciones a tomar en cuenta para evitar un posible contagio de la enfermedad, puesto que aún no hay vacunas para contrarrestar la enfermedad.
Dicho padecimiento, se propaga cuando una persona entra en contacto con un animal o humano con el virus. Se puede transmitir a través del contacto con fluidos corporales y llagas de viruela del mono, artículos que han sido contaminados con fluidos o llagas (ropa, ropa de cama, etc.), contacto sexual o a través de gotitas respiratorias luego de un contacto cara a cara por mucho tiempo. La transmisión puede ocurrir durante las relaciones sexuales a través del contacto piel con piel y otros contactos íntimos.
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Los pasos para ayudar a prevenir la viruela del mono incluyen:
- Evitar el contacto con materiales, como ropa de cama, que hayan estado en contacto con un animal enfermo o una persona infectada con este virus.
- Evitar el contacto con personas que estén o puedan estar enfermas con el virus.
- Evitar el contacto con animales que puedan tener el virus (como animales que están enfermos o que han sido encontrados muertos)
- Lavarse las manos con agua y jabón o usar un desinfectante de manos a base de alcohol después del contacto con animales o humanos infectados.
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No existe un tratamiento específico aprobado para este virus, pero se pueden administrar medicamentos para aliviar los síntomas. Sin embargo, existe una vacuna que se puede utilizar, bajo ciertas circunstancias, para prevenir la viruela del mono en las personas basado en su nivel de exposición a este virus.
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La Secretaría de Salud informó que a partir de la fecha, se iniciará la aplicación de dosis de refuerzo a los niños de 5 a 11 años, cinco meses después de la segunda dosis del esquema básico primario, y en el caso de los inmunocomprometidos tres meses después de la tercera dosis.
A través de un comunicado, la SESAL detalló que todas las regiones sanitarias deben continuar la aplicación de primeras y segundas dosis de vacuna contra la COVID-19 pediátrica a la población de 5 a 11 años, hasta lograr coberturas mayores al 95 por ciento.
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