Inversionistas de Koriun en Copán siguen esperando respuesta y devolución de su dinero
Una creciente tensión se vive en La Entrada, Copán, donde decenas de personas, en su mayoría caficultores, ganaderos y pequeños comerciantes, han acampado durante horas frente a la sede de Koriun Inversiones, una empresa que prometía jugosas ganancias semanales y que ahora enfrenta serias acusaciones de operar de manera ilegal.
Los inversionistas aseguran haber confiado sus ahorros a la empresa con la promesa de retornos de hasta un 6% semanal. Sin embargo, los pagos se han detenido, y las oficinas no han dado respuestas concretas, argumentando que no han recibido los depósitos bancarios necesarios para cumplir con los retiros.
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Entre los afectados se encuentra don Gregorio, un caficultor que asegura haber invertido más de un millón de lempiras. Su esposa también colocó dinero tras observar resultados iniciales positivos.
“No quiero perder el dinero que me ha costado toda una vida de trabajo”, expresó con angustia, mostrando los recibos que guarda cuidadosamente en una mochila.
Las historias se repiten: adultos mayores, familias enteras y trabajadores rurales que ven cómo se desvanece la esperanza de recuperar sus ahorros. Algunos, incluso, permanecieron todo el día sin comer, esperando una respuesta que no llegó.
Declaraciones del fiscal general Johel Zelaya sobre Koriun Inversiones
El fiscal general, Johel Zelaya, confirmó que Koriun Inversiones no está autorizada para operar y que su modelo financiero no es viable.
Añadió que ya identificaron al administrador de la empresa y a dos ciudadanos estadounidenses involucrados en el caso. “Lo que más nos duele es que las víctimas son personas humildes. Estamos con ellos, no contra ellos”, aseguró.
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El Ministerio Público se encuentra elaborando una estrategia de intervención que permita actuar legalmente sin agravar la crisis para los afectados. Mientras tanto, en el occidente de Honduras, cientos de personas siguen esperando una respuesta que les devuelva algo más que su dinero: la tranquilidad.