Honduras inicia el 2025 bajo la sombra de una posible crisis política que, según analistas y sectores sociales, podría intensificar la inestabilidad del país.

Las tensiones internas y un ambiente de polarización creciente configuran un panorama preocupante para los meses venideros para el país centroamericano.

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La preocupación se centra en los procesos electorales programados para marzo y noviembre, los cuales, de acuerdo con Juan Carlos Aguilar, director de transparencia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), podrían exacerbar los conflictos existentes.

“La conflictividad va a ser bastante alta, sobre todo una conflictividad político-electoral, tal y como lo hemos venido viendo en los últimos años que hemos realizado las mediciones”, explicó Aguilar.

Por su parte, Javier Acevedo, representante del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), subrayó que el clima de desconfianza hacia las instituciones y la falta de consensos entre los principales partidos políticos agravan la situación.

“Sí será un año complejo, y eso ha estado bastante claro desde hace algún tiempo, primero porque hay una permanente denuncia sobre casi cualquier cosa que se haga en el país o que se deje de hacer”, señaló.

En este contexto, algunos analistas atribuyen parte de la responsabilidad a los sectores opositores al gobierno.

“Todas las líneas políticas están queriendo jalar agua a su molino y la misión principal será dejar esa imagen del actual gobierno de una ingobernabilidad y sobre todo de un gobierno que no pudo cumplir con todas las promesas que se ha propuesto”, opinó.

 Reacciones sobre crisis política en Honduras, según expertos:

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El escenario plantea retos significativos para Honduras, donde la polarización y la falta de acuerdos podrían desembocar en una crisis de mayores proporciones. Con dos elecciones cruciales en el horizonte, el país se encuentra en una encrucijada que podría definir su estabilidad política en los próximos años.