Los familiares del ex jefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez Velásquez, se han pronunciado con firmeza ante lo que califican como una persecución política en contra de su pariente, asegurando que confían en demostrar su inocencia mientras enfrente este proceso judicial.
Vásquez Velásquez y dos exaltos oficiales de las Fuerzas Armadas fueron detenidos el pasado domingo de de enero, acusados en el caso de la muerte de Isis Obed Murillo durante el golpe de Estado de 2009.
Lea También: Expertos y forenses discrepan sobre el uso militar del arma que segó la vida de Isis ObedLícida Vásquez, esposa del general en condición de retiro, expresó que la captura forma parte de una supuesta venganza política, afirmando que la situación en Honduras refleja prácticas de regímenes autoritarios.
«Seguimos confiando que ahí en esa cárcel Dios lo protege y seguimos confiando, somos una familia de fe y creemos que Dios lo va a sacar librado de esto porque Romeo no mandó a matar, ni dio ninguna orden para asesinar a nadie», aseguró.
Por su parte, María Fernanda Vásquez, hija del acusado, hizo un llamado a la imparcialidad. «Que por favor sean unas personas coherentes, que busquen la verdad, que vean las dos caras de la moneda y que sean objetivos y racionales», manifestó.
La defensa de Vásquez Velásquez sostiene que el ex jefe militar no tiene responsabilidad en la muerte de Isis Obed y califican el proceso judicial como injusto. Mientras tanto, los padres del joven fallecido exigen justicia, recordando el impacto de los eventos de 2009 en sus vidas y en las de otras víctimas.
David Murillo, padre de Isis Obed, subrayó que, aunque no se ha identificado al autor material del disparo, la responsabilidad recae sobre quienes lideraban las fuerzas armadas en ese momento.
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En este contexto, la familia Vásquez sostiene que la crisis política de entonces fue consecuencia de la ambición de poder de los líderes del partido Libre. Ahora, ambas partes se preparan para una audiencia que promete ser clave en este caso.
