En los últimos años, la tosferina, también conocida como coqueluche, ha vuelto a captar la atención global debido a un aumento preocupante en los casos reportados.

Esta infección respiratoria, causada por la bacteria bordetella pertussis, se caracteriza por una tos severa y persistente que puede tener consecuencias graves, especialmente para los bebés y los niños pequeños.

Lea También: “No me había dado cuenta que los odontólogos estaban en huelga, no se nota el impacto», dice ministra de Salud

La tosferina es una enfermedad altamente contagiosa que comienza con síntomas similares a los de un resfriado común, como secreción nasal, estornudos y fiebre baja.

Sin embargo, avanza rápidamente a ataques severos de tos que pueden durar semanas. Los episodios de tos suelen ser tan intensos que pueden llevar a vómitos y dificultad para respirar, en casos graves, la tosferina puede provocar complicaciones serias, como neumonía y convulsiones.

Lea También: Familiares de Arturo Bendaña defienden su inocencia tras captura por señalamientos de fraude millonario

El resurgimiento de la tosferina ha sido notable en varios países, a pesar de la disponibilidad de una vacuna efectiva. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado un incremento en los casos en países desarrollados y en desarrollo, lo que ha generado preocupación entre los profesionales de la salud.

Expertos atribuyen este aumento a varios factores, entre ellos se encuentran la disminución de las tasas de vacunación, la aparición de cepas más resistentes de la bacteria, y la falta de cobertura adecuada de la vacuna en algunas poblaciones.

Además, la inmunidad proporcionada por la vacuna puede disminuir con el tiempo, lo que requiere dosis de refuerzo para mantener la protección.