El Vaticano se encuentra en plena fase de preparativos para recibir este miércoles a los 133 cardenales que participarán en el cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril, a causa de un derrame cerebral e insuficiencia cardíaca en la Casa Santa Marta.

Los purpurados permanecerán completamente aislados del mundo exterior, como lo establece la normativa pontificia.

Dos residencias, 200 habitaciones y aislamiento total antes del cónclave

Para su alojamiento, se han acondicionado 200 habitaciones distribuidas entre la Casa Santa Marta y el Colegio Etíope, ambos ubicados dentro del territorio vaticano.

Según explicó Silvio Screpanti, subdirector de Infraestructuras, estos espacios han sido reconfigurados con tabiques, cierres de puertas y ventanas, para garantizar el aislamiento absoluto.

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Tecnología desactivada y vigilancia reforzada

En la Capilla Sixtina, lugar donde se celebrarán las deliberaciones y votaciones, todo el sistema tecnológico ha sido desactivado, incluyendo cámaras y sensores instalados para protegerla durante visitas turísticas. Además, se han cubierto las ventanas del Palacio Apostólico cercanas al recinto.

El martes previo al cónclave, el personal técnico colocará 80 cierres de plomo en los accesos al área, asegurando que ninguna comunicación o grabación sea posible durante las sesiones.

Técnicos autorizados con juramento de discreción

A pesar del aislamiento, doce técnicos permanecerán disponibles para atender cualquier incidencia eléctrica, hidráulica o de logística. Se trata de cinco electricistas, cinco fontaneros y dos encargados de logística (conocidos como “floreros”). Todos ellos deberán prestar juramento de discreción.

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La señal esperada: humo blanco o negro en el cónclave

Las votaciones se celebrarán bajo el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel. La señal al mundo será la tradicional: humo blanco, si hay un nuevo papa; humo negro, si no se ha alcanzado acuerdo.