Las bandas exteriores de viento y lluvia de un debilitado pero aún mortífero huracán Florence comenzaron a azotar Carolina del Norte.
Los vientos máximos sostenidos de la tormenta bajaron desde un pico de 225 kilómetros por hora (140 mph) a 165 km/h (105 mph). Eso redujo su categoría como huracán de 4 a 2, pero los meteorólogos dijeron que la extensa tormenta _y la probabilidad de estacionarse en la costa durante varios días_ eleva el riesgo de crecidas en la costa y de lluvias torrenciales.
Can’t confirm with certainty that this is due #Florence ; however, this is what a Hurricane storm surge looks like. pic.twitter.com/RWR4g9fun3
— Andrew Paterson (@andrewwpaterson) September 13, 2018
“El tema realmente es el tamaño total de la tormenta”, dijo Ken Graham, director del Centro Nacional de Huracanes. “Entre más grande y lenta sea una tormenta, mayor la amenaza y el impacto. Y eso es lo que tenemos”.
El ojo de Florence podría tocar tierra el viernes temprano cerca de los límites entre las Carolinas y después continuará sobre la costa con fuertes precipitaciones y posibles inundaciones en ambos estados, de acuerdo con los meteorólogos. Se prevé que se quede estacionada en la costa el sábado sobre ambos estados, descargando agua la mayor parte del tiempo.
Los expertos prevén hasta 102 cm (40 pulgadas) de lluvia durante siete días a lo largo de la costa mientras el centro de la tormenta se enfila hacia los montes Apalaches.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, urgió a los residentes a permanecer en alerta a pesar de las cambiantes previsiones.
“No hay que relajarse, ni ser complacientes. Hay que mantenerse en guardia. Esta poderosa tormenta puede matar. Hoy esa amenaza se convierte en una realidad”, dijo el gobernador.
El presidente Donald Trump elogió los preparativos del gobierno y pidió a la población que se aleja de la ruta de Florence: “No jueguen con este. Es grande”, dijo desde la Casa Blanca.
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Las cadenas de ferretería y materiales de construcción Home Depot y Lowe activaron centros de respuesta de emergencia para llevar generadores, bolsas de basura y agua embotellada a sus tiendas antes y después del paso de la tormenta. Las dos cadenas dijeron que en total enviaron alrededor de 1.100 camiones.
DATO:
Hondureños se encuentran alerta ante esta situación.
Gabriela Ramírez, vive en Greenville, Carolina del Sur, desde el 2009. Ella y su familia esperarían hasta hoy para ver si era necesario evacuar, aunque ayer ya tenían comida, baterías, velas y otros artículos. “Esta es una zona montañosa y boscosa. Si viene con intensidad la caída de árboles podrían causar destrozos, pero vamos a esperar”.
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