Cónclave 2025: ¿Por qué la elección de nuevo papa se hace en secreto?

“Sin influencia del mundo exterior por horas”: ¿Por qué el cónclave para elegir al nuevo Papa se hace «en secreto»?

7 de mayo de 2025Internacional, Religión, Titulares

La elección de un nuevo papa es uno de los eventos más solemnes y reservados de la Iglesia Católica. Este miércoles, con el inicio del cónclave en el Vaticano, los 133 cardenales electores —todos menores de 80 años— han ingresado a la Capilla Sixtina para dar comienzo a un proceso que destaca no solo por su trascendencia religiosa, sino también por el férreo secretismo con que se lleva a cabo.

Durante el cónclave, los participantes son literalmente “encerrados con llave”, una práctica de siglos que da origen al propio término conclave (del latín cum clave, “con llave”).

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El aislamiento no es simbólico: los cardenales entregan sus teléfonos móviles, no tienen acceso a noticias, ni televisión, ni contacto con el exterior. Tampoco pueden recibir visitas, enviar mensajes o siquiera comentar lo ocurrido en el interior con otras personas, bajo pena de excomunión.

Este hermetismo tiene una razón de ser: asegurar que la elección del nuevo pontífice esté guiada exclusivamente por la oración, la reflexión y la voluntad divina. Se busca eliminar cualquier tipo de presión externa —política, mediática o social— que pueda contaminar un momento considerado sagrado.

La jornada comenzó con la misa “Pro eligendo Pontifice”, en la que los cardenales pidieron inspiración divina antes de dirigirse a la Capilla Sixtina. Las cámaras que suelen transmitir imágenes del recinto han sido desactivadas, y la cobertura de telefonía móvil en el pequeño Estado vaticano (de apenas 0,4 kilómetros cuadrados) fue cortada completamente por la Gobernación de la Ciudad del Vaticano.

Cónclave: ¿Por qué la elección de nuevo papa se hace en secreto?

(Foto: cortesía)

Incluso el personal que permanece operativo dentro del recinto —desde trabajadores de limpieza hasta miembros de seguridad— ha jurado guardar secreto sobre todo lo que vean u oigan relacionado con el cónclave. La vigilancia se intensificó desde el pasado funeral del papa Francisco, y este miércoles se reforzó aún más para proteger la integridad del proceso.

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Las votaciones, que pueden ser hasta cuatro por día, se realizan en silencio y con precisión ritual. Si no se alcanza el consenso necesario (dos tercios de los votos), las papeletas se queman, produciendo el humo negro que indica al mundo que aún no hay elección. Solo cuando un cardenal obtiene la mayoría requerida, la fumata blanca se eleva como símbolo de que el mundo católico tiene nuevo líder: Habemus Papam.