El cardenal Angelo Becciu, quien en 2020 se vio apartado de sus privilegios cardenalicios por el Papa Francisco debido a un escándalo financiero, ha confirmado que no formará parte del próximo cónclave que comenzará el 7 de mayo.

En un comunicado oficial, Angelo Becciu afirmó que su decisión obedece al deseo de mantener la unidad dentro de la Iglesia. “Por el bien de la Iglesia, a la que he servido con fidelidad y amor, y para favorecer la serenidad del cónclave, he decidido obedecer al Papa Francisco y no participar, aunque sigo convencido de mi inocencia”, expresó el purpurado.

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Durante la reciente congregación general de cardenales, se presentaron dos documentos firmados por el pontífice que dejaban clara su intención de excluir a Becciu del proceso electoral. Aunque aún asistía a las reuniones previas, su nombre ya no figuraba entre los 134 cardenales con derecho a voto.

El caso de Becciu ha generado incomodidad entre sus pares. Mientras algunos, como el cardenal Fernando Filoni, reconocieron que su situación era motivo de tensión, otros, como Giuseppe Versaldi, destacaron su valía personal, pero subrayaron que eso no lo exime de responsabilidades legales.

Condenado a cinco años y medio de prisión

A Becciu, de 76 años, lo condenaron a cinco años y medio de prisión por delitos financieros relacionados con inversiones inmobiliarias y transacciones opacas, incluyendo la compra de un lujoso edificio en Londres y una donación a una organización liderada por su hermano.

Es el primer cardenal juzgado por un tribunal penal vaticano y actualmente espera el resultado de su apelación.

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Aunque el Papa no le retiró el título de cardenal, sí le privó de sus derechos, incluyendo la participación en futuros cónclaves y el ejercicio de funciones en la Curia romana.