En redes sociales circula con fuerza el video de un pastor que ha captado la atención de miles de usuarios por su inusual forma de presentarse en un culto religioso.

Vestido con pantalón de tela, blusa de mujer, tacones y el cabello teñido de amarillo, el hombre canta alabanzas frente a una congregación que lo sigue con entusiasmo.

Las imágenes, grabadas durante una reciente ceremonia, muestran al pastor moviéndose por el escenario con seguridad, micrófono en mano, mientras interpreta canciones cristianas. Su apariencia y energía han desatado una mezcla de sorpresa y críticas.

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Reacciones de internautas en las redes sociales

El video se volvió viral en TikTok, Facebook e Instagram, donde los usuarios no tardaron en dar su opinión. Algunos calificaron la escena como una “falta de respeto”. Un usuario comentó: “¿Cómo pueden permitir algo así en una casa de Dios si todo tiene que ser santo como lo es el Señor? 🙏Bendito sea Dios 🙏😇” y “La palabra de Dios es perfecta cuando dice vendrán muchos en su nombre, mirad que no los confundan. Ellos no han escudriñado la palabra de Dios”.

Mientras que otra internauta agregó: “Jesús ve el corazón, no la ropa”. En contraste, otro usuario afirmó: “Esto no es un culto, es un show”.

Una congregación que respalda al pastor

A pesar de la polémica, el pastor cuenta con el respaldo de parte de su comunidad. En varios fragmentos del video se observa a los asistentes cantando y aplaudiendo durante el culto. Nadie parece sorprendido por su atuendo ni por su estilo, lo que sugiere que su manera de predicar no es nueva.

Algunos asistentes incluso grabaron el momento y lo compartieron con mensajes de admiración, señalando que lo importante es el mensaje de fe, sin importar la forma.

Por lo tanto, la aparición del pastor ha abierto un nuevo debate sobre los límites de la expresión religiosa y el papel de la imagen en los espacios de fe.

El pastor, cuya identidad aún no ha sido confirmada oficialmente, continúa ganando seguidores y detractores. Mientras sus videos suman miles de visualizaciones, su caso se perfila como un nuevo fenómeno viral que pone sobre la mesa las tensiones entre tradición, identidad y espiritualidad en la era digital.

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