Varios hondureños se han vuelto virales en TikTok tras compartir videos bailando al ritmo del clásico playero, desatando una ola de reacciones.

Un grupo de jóvenes hondureños ha acaparado la atención en redes sociales luego de que se viralizara un video donde se les ve bailando playero —un estilo popular en fiestas barriales del país— provocando una fuerte ola de críticas, bromas y comentarios divididos entre los internautas.

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Jóvenes hondureños se vuelven virales al subir videos bailando playero

El video, que fue compartido hace algunas semanas pero que recientemente cobró fuerza, muestra a un grupo de jovencitos disfrutando de lo que parece ser una fiesta local.

Con pasos rítmicos característicos del playero, música con bajos potentes y mucha energía, los adolescentes se mueven al ritmo de un género que, aunque ampliamente difundido en barrios y colonias, sigue generando estigma entre ciertos sectores sociales.

A pesar de que el video no está ligado a ningún acto delictivo, muchos usuarios no tardaron en lanzar críticas. Algunos tacharon los movimientos como propios de “vagos” y cuestionaron duramente la forma de vestir de los jóvenes, quienes lucían ropa ancha, camisetas largas y tenis deportivos, elementos que —según algunos comentarios— estarían asociados a estereotipos de pandillas.

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Aunque se desconoce el lugar exacto donde fue grabado el video, los comentarios no se hicieron esperar. Algunos usuarios escribieron:

«A mí sí me daría pena si eso fuera familia mía 😭», «Solo con ver el video se me perdió la cartera», «¿Son ingenieros o abogados?». Mientras que otros lo tomaron con humor, escribiendo: «Los pastores de la iglesia», «Solo de ver el video se me perdieron 500 pesos».

A pesar de las críticas, hay quienes defendieron el contenido, recordando que el baile forma parte de una cultura urbana que muchos jóvenes han hecho suya como forma de expresión y diversión.

El caso vuelve a poner en la mesa el debate sobre los prejuicios sociales en Honduras, el clasismo digital y cómo los códigos culturales del entretenimiento pueden ser malinterpretados y criminalizados en plataformas públicas.

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