Los cuerpos de las cuatro víctimas de la masacre en la aldea Oloas de Yamaranguila, Intibucá, fueron retirados de la morgue capitalina en una desgarradora jornada marcada por el dolor.
María Suyapa Gómez Zúniga, madre y esposa de las víctimas, se mantuvo junto a otros familiares esperando recibir a sus seres queridos para darles sepultura al día siguiente. En medio del llanto, la afligida madre lamentó que sus hijos perdieran la vida en dicha masacre, por un conflicto relacionado con tierras.
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Con lágrimas en los ojos, Gómez expresó su pesar por la tragedia y condenó la violencia que se cobró la vida de sus «niños inocentes». Los asesinatos se desencadenaron por un pleito sobre tierras que involucraba a la familia y a Bárbara Sánchez, quien según Gómez, sería la autora intelectual del crimen. La madre exigió a las autoridades que capturen a los responsables, incluyendo a dos hombres más y a Sánchez.
En su desgarrador testimonio, Gómez enfatizó la necesidad de justicia y pidió el arresto de los demás involucrados en la masacre. El motivo del conflicto giró en torno a un terreno que pertenecía a tres hermanos, incluido su esposo.
La avaricia de Sánchez habría desencadenado la tragedia. A pesar de su devastadora pérdida, Gómez mantuvo su determinación en buscar que los culpables enfrenten la ley y rindan cuentas por sus actos.
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Este vídeo fue revelado a través de las redes sociales de la Policía Militar de Orden Público (PMOP), quienes informaron que este estupefaciente fue ingresado a La Tolva por una mujer, posteriormente, el reo la escondió en su cuerpo.
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