Como lo hicieron la noche del lunes, mientras la Cámara de Diputados aún debatía la reforma que recortaría las pensiones, miles de argentinos abarrotaron de nuevo las calles de la capital en la madrugada de este miércoles.
Haciendo sonar ollas y cucharas, marcharon por el conurbano hasta llegar al Congreso, sin embargo, el mismo día, después de 17 horas de debate y con solo 8 votos de diferencia, fue aprobada la reforma, que reducirá las pensiones como mínimo un 13%.
La nueva ley, que también rebaja los subsidios por discapacidad a los excombatientes de la guerra de las Malvinas y a millones de familias de escasos recursos que reciben las asignaciones por hijo y embarazo.
«Con esta reforma lo que hemos hecho es defender a los jubilados del peor mal que es la inflación. Yo creo en la paz, el diálogo y la democracia y creo que teniendo esos valores claros y diciendo la verdad vamos a construir la Argentina que soñamos», expresó el presidente argentino, Mauricio Macri.
La ley fue impulsada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que recomendó usar el dinero que deje de girarse a pensiones, para pagar a los acreedores la alta deuda estatal.
«Parece un chiste. Macri pide que aceptemos las reformas, cuando él no abre la cabeza ante este reclamo del pueblo. ¿Cómo los vamos a aceptar? Jubilados afectados, niños afectados, familias enteras que se quedan sin comida. Es una estafa», decía un joven entre el ruido de las cacerolas.
Entre los puntos más polémicos de la reforma a las pensiones está el hecho de que eleva la edad de jubilación a los 70 años para los trabajadores varones del sector privado. Hasta ahora, se acogían a la pensión a los 65 años, con 30 años de cotizar.
¿Usted qué opina?