El salario mínimo en el país apenas cubre entre un 30% y un 40% de la canasta básica, dejando a miles de familias en una situación de vulnerabilidad, según el secretario general de la Central General de Trabajadores de Honduras (CGT), Daniel Durón.

Así mismo, Durón expresa su preocupación ante el aumento constante de los precios y la falta de regulación estatal: «Estamos hablando de casi un 2% de inflación acumulada en los primeros dos meses del año, lo que significa un encarecimiento de los productos básicos», señala.

El dirigente sindical critica la falta de control sobre los incrementos de precios en los productos de consumo diario: «Aquí, argumentando la inflación, hay casos donde suben los productos hasta en un 500% sin justificación. Se revisan establecimientos y de un día para otro los precios aumentan un 10 o 15%, simplemente cambiando la etiqueta».

Además, destaca que mientras la inflación se usa como referencia para ajustar el salario mínimo en Honduras, no hay un mecanismo claro que frene el incremento desmedido en los precios, pues «para lo único que se usa la inflación aquí es para controlar los ajustes salariales, limitándolos a uno o dos puntos por encima de la inflación, pero ¿quién controla el incremento de los precios?», cuestiona Durón.

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Durón también cuestiona que, a pesar de que los precios de los combustibles han disminuido en las últimas semanas, los productos de la canasta básica no han reflejado esta baja, generando aún más presión económica sobre la población.

Por lo que los dirigentes obreros hacen un llamado al gobierno para que implemente medidas que regulen el costo de vida y garanticen un salario digno que permita a los trabajadores cubrir sus necesidades básicas sin caer en endeudamiento o pobreza extrema.

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