Una escena desconcertante sacudió a los pobladores de la colonia Cruz de Valencia, en La Lima, Cortés. Dentro de una camioneta cerrada, con los vidrios arriba y manchas de sangre visibles, yacían los cuerpos sin vida de Gloria Alicia Martínez, modelo de 19 años originaria de Corquín, Copán, y David Andrés Valdiviezo Tábora, emprendedor de 22 años procedente de Ocotepeque.

La Policía Nacional recibió el reporte a primeras horas del día. Unos vecinos notaron la presencia del vehículo —una Toyota Runner gris con placas HDE3318— estacionado en medio de una calle de tierra, sin señales de movimiento. Al inspeccionar el interior, los agentes confirmaron el hallazgo: ambos jóvenes estaban desnudos, sin signos evidentes de heridas externas, y rodeados de un silencio inquietante.

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Ambos jóvenes mantenían una relación sentimental que comenzó tras conocerse por redes sociales. Amigos cercanos confirmaron que compartían tiempo con frecuencia y sostenían una relación estable. Aunque no vivían en la misma ciudad, se veían con regularidad y publicaban momentos juntos en redes. La noticia del hallazgo de sus cuerpos en el interior de una camioneta en La Lima, Cortés, causó conmoción tanto en sus comunidades de origen como en redes sociales, donde la pareja era conocida.

Gloria Alicia Martínez

Gloria Alicia Martínez tenía 19 años y era originaria de Corquín, Copán. Se trasladó a San Pedro Sula en enero de 2022 con el objetivo de estudiar Derecho. En paralelo, comenzó a incursionar en el modelaje, participando en certámenes regionales como Miss Verano 2022 en Gracias, Lempira, donde obtuvo el tercer lugar. También realizaba sesiones fotográficas que compartía en sus redes sociales.

Martínez había iniciado su carrera como modelo apenas un año antes, con apariciones en campañas locales y certámenes regionales. Por su parte, Valdiviezo dirigía dos restaurantes de asados entre Ocotepeque y Cucuyagua, donde se había ganado el aprecio de su comunidad por su estilo cercano y visión emprendedora.

David Andrés Valdiviezo

David Andrés Valdiviezo Tábora tenía 22 años y venía de Ocotepeque. Administraba dos restaurantes de asados en el occidente de Honduras, uno en su ciudad natal y otro en Cucuyagua, Copán. Se dedicaba a su negocio con disciplina y mostraba iniciativa desde joven. En su comunidad lo conocían por su trato amable y su enfoque emprendedor.

Aunque las autoridades aún no revelan detalles concluyentes, el caso ya levanta interrogantes: ¿murieron por causas violentas o se trató de otra situación? La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) no descarta ninguna hipótesis, mientras el personal forense analiza los resultados de las autopsias en la morgue de San Pedro Sula.

El entorno de ambos jóvenes, amigos y familiares, aún intenta entender cómo sus caminos terminaron en una camioneta abandonada, lejos de sus hogares. El suceso no solo dejó una comunidad conmovida, sino que también encendió alarmas sobre la violencia que sigue cobrando vidas jóvenes en Honduras.