Un caso espeluznante ocurrido en Iriona, Colón, ha dejado a la comunidad consternada y en shock. Orlin Danery Ruiz Machado, un hombre de 30 años, confesó haber asesinado a su hijo de 4 años, Orbin Danery Ruiz Castro, a golpes, alegando que el diablo lo obligó a cometer el crimen. Esta declaración, estremecedora tanto por su naturaleza como por los detalles que la acompañan, ha generado cuestionamientos sobre la salud mental de Ruiz Machado y ha dado lugar a una investigación en torno a los posibles factores que influyeron en su comportamiento.

Según lo que Ruiz Machado relató durante su interrogatorio, la tragedia se desató el pasado domingo en la tarde, cuando él y su hijo se encontraban recogiendo leña en las cercanías de su vivienda, en la zona rural de Iriona. Fue en ese momento cuando, según su versión, el diablo le ordenó matar a su hijo para «obtener poder». La inesperada declaración de Ruiz Machado ha provocado que autoridades y expertos en salud mental analicen su estado psicológico, ya que las alegaciones de influencia demoníaca suelen estar vinculadas a trastornos mentales graves o delirios.

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El crimen y el intento de ocultarlo

Tras recibir la presunta orden del diablo, Orlin Danery Ruiz Machado golpeó a su hijo hasta matarlo. Posteriormente, cargó el cuerpo sin vida de Orbin y lo trasladó a su casa, donde estaba acompañada por su esposa, Yadira Isabel Castro. Consciente de la magnitud de su acción, Ruiz Machado, en complicidad con su pareja, intentaron ocultar el crimen. Decidieron enterrar el cadáver de su hijo en un portón cercano a su casa, en un intento desesperado por cubrir sus huellas.

Sin embargo, la cruel historia no terminó con el intento de ocultar el asesinato. Al darse cuenta de que su acto podría ser descubierto en cualquier momento, la pareja decidió huir del lugar. No obstante, los habitantes de la aldea El Paraíso, donde reside la familia, se enteraron rápidamente de lo ocurrido y alertaron a las autoridades locales. Gracias a la colaboración de los vecinos, quienes mostraron gran preocupación ante el paradero del niño, las autoridades lograron localizar a los acusados y proceder con su captura.

Rechazo y conmoción en la comunidad

El caso ha conmocionado profundamente a la comunidad de Iriona, que está sumida en un estado de shock y tristeza. La pérdida de un niño tan pequeño, a manos de su propio padre, ha generado un rechazo generalizado entre los familiares, amigos y vecinos. Los testimonios de las personas cercanas a la familia aseguran que Orbin era un niño querido por todos, lo que hace que su trágica muerte sea aún más difícil de comprender.

Además, los vecinos expresan su consternación no solo por la violencia extrema que sufrió el niño, sino también por las razones que Ruiz Machado dio para justificar su acto. En un lugar donde la religión y las creencias populares juegan un papel importante, muchos se han cuestionado si el acusado realmente creyó que estaba bajo la influencia de una fuerza sobrenatural o si, por el contrario, se trata de una invención para evadir su responsabilidad.

Investigación y cargos

El caso ya está siendo investigado por la Fiscalía, que se encuentra recopilando pruebas y testimonios que ayuden a esclarecer los hechos. Tanto Orlin Danery Ruiz Machado como su esposa, Yadira Isabel Castro, enfrentan serios cargos por homicidio y violencia infantil. Las autoridades también analizan la posibilidad de que Ruiz Machado haya estado sufriendo algún tipo de trastorno mental al momento de cometer el crimen.

Familiares y vecinos han expresado su rechazo absoluto hacia este acto de violencia y han pedido justicia para el pequeño Orbin. En su lucha por hacer que los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos, la comunidad de Iriona se mantiene unida en su dolor y exigencia de justicia.

Este caso ha abierto un debate en la región sobre la salud mental y la violencia familiar, temas que, aunque complejos, requieren atención urgente. Mientras tanto, la familia de Orbin y los vecinos esperan que la justicia prevalezca y que este trágico suceso no quede impune.