Durante las últimas horas, se ha reportado que Roberto Micheletti habría abandonado territorio hondureño, sobre él estaría el Ministerio Público (MP), remitiendo requerimientos fiscales por los hechos ocurridos en el Golpe de Estado del 2009.

Aunque no hay confirmación oficial sobre su paradero, su presunta salida ha provocado reacciones encontradas en la arena política nacional.

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Desde la oposición, se califica la movida judicial como una “persecución política”, equiparándola con las acciones emprendidas recientemente contra el exjefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez Velásquez. Para el diputado liberal Marlon Lara, las acciones del gobierno actual solo contribuyen a polarizar aún más al país: “La justicia no debe aplicarse selectivamente. Todo esto va a pasarle factura a Libre ante el pueblo”, advirtió.

En contraste, desde el oficialismo se insiste en que no se trata de venganza política, sino de un proceso de justicia histórica. Gilberto Ríos, dirigente del partido Libertad y Refundación (Libre), sostuvo que las investigaciones responden al compromiso del gobierno con la memoria y los derechos humanos: “Ojalá que vengan muchas más de lo que llamas persecución porque son de personajes que el pueblo hondureño conoce muy bien, que tienen compromiso con la ley, que saquearon el estado de Honduras, que dieron golpe de Estado y que además se comprometieron con asesinatos políticos que se dieron hace 15 años en el país”.

Para el diputado de Libre, Marco Eliud Girón, la vía para resolver esta situación es clara: “Micheletti debe presentarse ante los tribunales. Si no lo hace, será considerado un prófugo de la justicia, igual que el general Romeo Vásquez”.

En tanto, desde las filas nacionalistas se acusa al gobierno de utilizar las instituciones del Estado con fines electorales. Fernando Anduray, dirigente del Partido Nacional, señaló que todo forma parte de una estrategia de Libre para debilitar a sus adversarios: “Las acusaciones contra los líderes políticos de la nación, de la oposición van a ser constantes”, afirmó.

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El escenario se complica con el silencio oficial sobre el paradero de Roberto Micheletti, mientras crecen las especulaciones sobre el rumbo que tomará la justicia hondureña y el impacto político que podrían tener estos movimientos de cara al próximo proceso electoral.