El suceso ocurrió en el punto de mototaxis de esa colonia capitalina; en el lugar perdió la vida el conductor Ángel Daniel Ochoa Reyes, de 22 años.

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Las otras víctimas, Hernán Enrique Medina Medina, de 53 años, y Kelyn Andino, de 30, murieron más tarde en centros asistenciales tras recibir impactos de bala.

Según informó el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, los principales sospechosos del ataque son los mismos menores que semanas antes habían sido detenidos portando un fusil reservado para uso de fuerzas del orden. Sin embargo, un juez ordenó su liberación apenas tres días después, lo que —según Martínez— facilitó que volvieran a delinquir.

“Es lamentable que, tras haber sido detenidos, se les dejara en libertad y terminaran cometiendo este crimen. Esto se pudo haber prevenido”, declaró.

La tragedia generó la paralización del servicio de mototaxis en la zona. Compañeros de Ángel Ochoa suspendieron sus actividades como medida de protesta y exigencia de justicia; denuncian que la ausencia de seguridad los expone diariamente a la criminalidad.

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“La gente ha tenido que caminar porque no hay transporte, pero nosotros no podemos seguir trabajando así. Nadie nos protege”, dijeron vecinos consternados.

Los mototaxistas exigen a las autoridades una investigación exhaustiva para que el crimen no quede impune y solicitan mayor presencia policial en la colonia. Mientras tanto, el temor persiste en la comunidad, marcada por la violencia y la falta de respuesta efectiva por parte del sistema judicial.