La comunidad cristiana del occidente de Honduras se encuentra de luto tras el fallecimiento de César Gamaliel Perdomo Hernández, un joven salmista originario del municipio de Mercedes, departamento de Ocotepeque, cuya vida estuvo dedicada a la música y al servicio a Dios.

César, cariñosamente conocido como ‘Gama’, falleció el lunes 12 de mayo en Ocotepeque a los 26 años, en circunstancias que aún no han sido confirmadas oficialmente.

Lea También:Ante tomas por inversionistas de Koriun, ministro de Seguridad dice que se mantendrá el orden y garantiza la libre circulación

Su repentina partida ha generado una profunda consternación entre familiares, amigos y miembros de la comunidad evangélica, quienes han inundado las redes sociales con mensajes de tristeza, amor y gratitud por su legado.

Hijo del pastor y cantante cristiano Arlin Gamaliel Perdomo, César creció rodeado de música y fe. Desde temprana edad mostró una inclinación natural hacia la alabanza, lo que lo llevó a fundar el grupo Esencia, una agrupación cristiana juvenil que compartía mensajes de esperanza y espiritualidad a través de la música.

Lea También:Capturan a Iván Velásquez, gerente de Koriun Inversiones; MP se pronuncia

Con su voz cálida, su guitarra y un carisma que lo hacía destacar en cada encuentro religioso, Gama se convirtió en un referente local de la adoración cristiana. Participó activamente en cultos, vigilias y eventos comunitarios, siempre guiado por una profunda devoción.

Uno de los últimos recuerdos que la comunidad guarda de él fue captado en video un día antes de su muerte, el domingo 11 de mayo. En la grabación, se le ve entonando con gran emoción una alabanza durante un servicio religioso. Para muchos, ese momento quedó marcado como una despedida espiritual, una última ofrenda de fe.

Aunque las causas oficiales de su muerte no han sido reveladas, fuentes preliminares señalan que podría haber estado enfrentando complicaciones de salud derivadas de la diabetes.

Un legado que trasciende la vida

Los mensajes en redes sociales reflejan el cariño y la admiración que Gama despertó en vida. “Hoy canta en el cielo, su voz se hizo eterna”, escribió un usuario. Otros lo recordaron como “un adorador apasionado”, “un joven que inspiró a muchos con su fe” y “un músico que puso su talento al servicio de Dios y su comunidad”.