El receso de dos semanas en el Congreso Nacional de Honduras, otorgado para la inscripción de planillas electorales, ha llegado a su fin. Sin embargo, el esperado retorno de los diputados a sus actividades aún parece lejano, ya que ninguna bancada muestra disposición para reanudar las sesiones legislativas.

La incertidumbre sobre el regreso a su trabajo ha generado críticas entre los propios congresistas.

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Según la diputada Claudia Ramírez, el retraso en las actividades del Congreso evidencia los problemas de transparencia y corrupción que han marcado al Poder Legislativo.

«Cuando un poder del estado tan importante como es el poder legislativo se ha detenido y hay reportes más que claros del congreso más corrupto de América Latina, o sea falta de transparencia, suma corrupción», afirmó, destacando la falta de avances y el ambiente de apatía.

El congresista Jhosy Toscano, por su parte, expresó su anhelo de ver un cambio en las próximas elecciones, similar a la alegría vivida en Estados Unidos tras sus recientes comicios. «Debemos aspirar a un cambio real en nuestro país», comentó, destacando la necesidad de renovación.

Los señalamientos entre partidos no se han hecho esperar. Los nacionalistas acusan al partido Libre de dirigir el «peor Congreso de la historia», afirmando que el legislativo ha sido ineficaz bajo su gestión.

«Pues de hacer toda la parte proselitista debe de ser los partidos políticos los que se encarguen de eso, no necesariamente los diputados», indicó la diputada Lissi Cano, justificando así la inactividad de su bancada.

Por otro lado, miembros de Libre sostienen que su falta de avance se debe a su compromiso de actuar sin corrupción, contrastando con los métodos de administraciones anteriores.

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En respuesta a las críticas de «persecución política», un representante de Libre afirmó: «Eso de persecución política lo venimos escuchando ya días y es común dentro de los políticos tradicionales, cada vez que se les acusa de algo, como que si fuésemos intocables cuando se es señalado de algo ilícito».

Mientras tanto, la ciudadanía observa con escepticismo el retorno de los diputados, que aún no ofrecen señales claras de volver a las labores para las que fueron electos.