A pesar de estar hospitalizado desde hace más de una semana en el hospital Gemelli de Roma, el papa Francisco estuvo en una reunión recientemente.

Aunque su salud aún es incierta, con un pronóstico reservado tras ser diagnosticado con neumonía bilateral, el Sumo Pontífice no ha dejado de realizar sus funciones.

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Recibió al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y al arzobispo Edgar Peña Parra, el llamado ‘sustituto’ o jefe de personal de la Santa Sede. En esa reunión, que tuvo lugar en su habitación del establecimiento hospitalario, el Papa aprobó importantes decisiones eclesiásticas, como la canonización de dos nuevos santos y el reconocimiento de cinco personas para el proceso de beatificación.

También se acordó convocar un consistorio para discutir futuras canonizaciones, un paso significativo dentro de la jerarquía católica.

Según el vaticanista español, el padre Antonio Pelayo advierte que, aunque el Vaticano pueda operar bajo la dirección de Parolin y Peña Parra, funciones clave, como el nombramiento de obispos o la creación de nuevas diócesis, no pueden llevarse a cabo sin la autorización papal directa.

«No existe un ‘vicepapa'», subraya Pelayo, asegurando que la situación actual es transitoria y no implica un vacío de poder.

A pesar de las limitaciones físicas del Papa, que ya arrastra problemas de salud desde hace varios años, el teólogo Piero Schiavazzi asegura que la renuncia del Papa Francisco, prevista en caso de discapacidad mental, no se aplicaría a su situación actual. «No parece que sus problemas físicos hayan afectado su capacidad para tomar decisiones», añadió Schiavazzi.

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Estado de salud del papa Francisco

En el Vaticano, el Papa sigue siendo un referente espiritual y político. Durante estos días, miles de fieles han congregado en la Plaza de San Pedro para orar por su recuperación, mientras el Papa continúa recibiendo tratamiento médico, incluyendo oxigenoterapia y un seguimiento constante de su estado clínico.

«El Papa ha pasado una noche tranquila y está descansando (…) El estado clínico del Santo Padre sigue siendo crítico pero estable. No se han producido episodios respiratorios agudos y los parámetros hemodinámicos continúan estables», fue la última actualización sobre su estado de salud.