Menores fallecen al comer “panes envenenados” destinados para «eliminar» perros callejeros
Tres menores de edad perdieron la vida en El Bosque, Chiapas, tras ingerir «panes envenenados» y según las primeras investigaciones, el alimento estaba presuntamente destinado a eliminar perros callejeros en la zona.
Las autoridades detuvieron a dos personas, identificadas como Martín «N» y Bartolo «N», quienes estarían involucrados en la colocación del veneno.
Lea También: Tío sepulta vivo a niño y lo justifica con una venganzaEl fiscal general del estado, Jorge Luis Llaven Abarca, confirmó las detenciones y señaló que la situación jurídica de ambos se definirá en las próximas horas.

Los hechos ocurrieron cuando los menores, originarios del municipio de Chenalhó, viajaron junto a su madre para visitar a familiares en San Cayetano. Según el testimonio de la madre, los niños—de dos, cuatro y seis años—le pidieron dinero para comprar dulces en una tienda cercana. Cada uno recibió diez pesos y salió del domicilio.
Durante su trayecto, encontraron piezas de pan en el suelo y, sin saber que estaban envenenadas, las consumieron. Poco después, la madre, preocupada por la tardanza, salió a buscarlos y los halló en la entrada de la tienda en estado crítico. Dos de ellos ya no presentaban signos vitales, mientras que el tercero aún respiraba y fue trasladado a una clínica en Chenalhó, donde finalmente falleció.
El gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, se pronunció sobre el caso y afirmó que la Fiscalía estatal ya realiza las investigaciones pertinentes. Los exámenes periciales determinaron que los niños fallecieron a causa de una «falla orgánica múltiple por intoxicación». Se descartó la presencia de golpes o lesiones externas.
De acuerdo con la Fiscalía, en San Cayetano es común el uso de veneno para el control de plagas y animales callejeros. Esta práctica habría provocado el envenenamiento accidental de los menores.
Las autoridades continúan recabando pruebas para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. El caso de los niños muertos por «panes envenenados» ha generado conmoción en la comunidad y ha reavivado el debate sobre los riesgos del uso indiscriminado de sustancias tóxicas en zonas habitadas.