Una inesperada controversia ha sacudido el corazón del catolicismo tras la viralización en redes sociales de fotografías tomadas frente al cuerpo del Papa Francisco, expuesto en un ataúd abierto cuando se encontraba en la Basílica de San Pedro.

Miles de fieles acudieron al templo para darle el último adiós al pontífice argentino. La multitudinaria despedida estuvo marcada por muestras de respeto, oración y recogimiento.

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Sin embargo, las imágenes de algunos visitantes posando frente al féretro, incluso sonriendo en algunos casos, provocaron una oleada de indignación que rápidamente se trasladó a los canales oficiales del Vaticano.

“La solicitud del Papa Francisco fue clara: deseaba una despedida sencilla y respetuosa. Es nuestro deber preservar la dignidad de este momento”, expresó el Vaticano en un comunicado emitido en las últimas horas.

La Santa Sede hizo además un llamado a la conciencia colectiva, pidiendo que se evite el uso de estas imágenes en redes sociales y recordando que se trata de un momento sagrado.

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