En una decisión dividida, la Corte Suprema de Estados Unidos ordenó suspender temporalmente la deportación de un grupo de venezolanos detenidos en Texas, quienes estaban a punto de ser trasladados a megacárcel del presidente salvadoreño Nayib Bukele. La medida supone un revés a la administración del expresidente Donald Trump, que impulsaba deportaciones aceleradas.

La resolución judicial fue emitida la madrugada del sábado 19 de abril, luego de una frenética jornada legal en la que los detenidos, representados por abogados de derechos civiles, presentaron recursos de emergencia ante al menos cuatro tribunales federales. Los migrantes se encontraban en el Centro de Detención Bluebonnet, en Texas, cuando, según sus defensores, comenzaron a ser preparados para su traslado.

Lea También: Estados Unidos cambia políticas a migrantes indocumentados para vuelos internos

La Corte prohibió específicamente el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros para justificar estas deportaciones, una norma que tradicionalmente solo ha sido aplicada en contextos de guerra. Aunque la orden establece una suspensión temporal, deja abierta la posibilidad de nuevas acciones judiciales una vez que el gobierno de Trump presente su respuesta formal.

La medida se produce tras una serie de acciones por parte del expresidente Trump para reinstaurar políticas migratorias duras. A inicios de marzo, más de 200 venezolanos fueron enviados a El Salvador identificados como supuestos miembros del Tren de Aragua.

(Foto: cortesía)

Algunos de los afectados aseguran no pertenecer a ninguna organización criminal y denuncian haber sido señalados arbitrariamente, incluso por el uso de emojis en redes sociales o por tener tatuajes.

Los abogados defensores, liderados por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), advirtieron que los migrantes corren riesgo de ser condenados a cadena perpetua en El Salvador sin acceso a un debido proceso. También denunciaron que las notificaciones entregadas estaban solo en inglés, sin explicar los mecanismos legales disponibles ni los plazos para apelar.

Entretanto, la incertidumbre persiste para los cientos de venezolanos detenidos, cuyo destino pende de una decisión judicial que marcará un precedente en el tratamiento de migrantes en Estados Unidos.