En un nuevo giro a su política contra migrantes en Estados Unidos, el gobierno del presidente Donald Trump anunció un programa que promete incentivos económicos a inmigrantes indocumentados que decidan autodeportarse.

A través de la aplicación móvil CBP Home —una versión renombrada de la anterior CBP One—, los extranjeros que se encuentren en situación irregular en el país norte podrán solicitar apoyo financiero para facilitar su salida voluntaria del país.

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Aquellos que completen el proceso recibirán un pago de 1.000 dólares una vez confirmado su retorno a su país de origen.

El anuncio fue realizado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que calificó esta medida como una “oportunidad histórica” para que los migrantes regresen a sus naciones “de forma digna y segura”, evitando el arresto por parte de las autoridades migratorias.

Según el comunicado oficial, el programa ya comenzó a aplicarse. Un ciudadano hondureño que compró un boleto desde Chicago hacia Tegucigalpa fue el primer beneficiario del incentivo económico.

(Foto: cortesía)

El DHS también precisó que quienes se acojan al programa serán excluidos de las prioridades inmediatas de captura por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), siempre que demuestren estar avanzando en su proceso de salida. Además, las autoridades señalaron que esta vía podría preservar la posibilidad de que los migrantes puedan regresar legalmente en el futuro.

El argumento económico también ha sido uno de los pilares de esta propuesta. El gobierno estima que cada deportación forzada tiene un costo promedio de más de 17.000 dólares, mientras que el uso de la aplicación y el pago del incentivo reduciría este gasto hasta en un 70%.

“La autodeportación es la mejor manera de salir del país si se está en situación irregular. Es más segura, más económica y puede abrir puertas a un regreso legal”, afirmó Kristi Noem, secretaria de Seguridad Interior. Noem también declaró que cerca de 20 millones de personas deben abandonar el país, una cifra que supera con creces los 11 millones de migrantes en situación irregular reportados en 2022.

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Las autoridades federales también destacaron avances en su estrategia contra el crimen organizado en el contexto migratorio. En lo que va de 2025, más de 168.000 personas han sido detenidas, incluyendo a cientos de presuntos integrantes de pandillas como el Tren de Aragua y la MS-13, las cuales han sido etiquetadas como organizaciones terroristas por la administración Trump.

Esta política ha generado críticas entre sectores defensores de los derechos humanos y de migrantes, quienes denuncian detenciones arbitrarias y persecuciones basadas en perfilamientos; a pesar de ello, la Casa Blanca asegura que el plan busca descomprimir el sistema migratorio y frenar el flujo irregular de personas hacia Estados Unidos.