Unos 680 migrantes de mayoría hondureños fueron detenidos en la que consideran la mayor redada de los últimos años, en Misisipi.
“Es la acción de las fuerzas del orden más grande en un solo estado de la historia de EEUU”, declaró el fiscal, Mike Hurst.
Hurst asegura que pese a ser un país de inmigrantes, también son uno de leyes y las harán cumplir.
“Damos la bienvenida a la gente de otros países, pero tienen que obedecer nuestras reglas, tienen que venir aquí legalmente. O, si no, entonces no deberían venir», manifestó.
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Los detenidos pasarán a custodia del Servicio de Inmigración (ICE), quienes decidirán si los mandan a centros de detención hasta su deportación, o los ponen en libertad hasta que autoridades definan si deben quedarse o no en el país.
Cabe destacar que las acciones se ejecutaron en el trabajo de los migrantes que eran plantas de procesamiento de pollos.
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