Cinco personas reportadas sin vida, incluyendo a un padre y su hijo, y dos hombres calcinados
En las últimas horas, el país es un escenario de una creciente ola de violencia, con al menos cinco personas reportadas fallecidas. Entre los casos más impactantes, figuran el asesinato de un padre y su hijo, cuyos cuerpos encontraron en un sector boscoso cercano a la capital, y el hallazgo de dos hombres cuyos restos encontraron calcinados en el municipio de Marcala, en el departamento de La Paz.
El hecho más reciente en Marcala ocurrió la tarde del miércoles 26 de febrero, cuando encontrados dos cuerpos quemados en una vivienda en la comunidad de Las Acacias.
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Las víctimas identificadas como Eulalio y Coronado Vásquez, de 24 años de edad. Al llegar al lugar, miembros de Medicina Forense y autoridades policiales procedieron con el levantamiento de los cuerpos e iniciaron las investigaciones pertinentes.
Hasta el momento, las autoridades desconocen el motivo y la forma en que estas personas resultaron asesinadas, ya que solo se encontraron restos quemados de sus cuerpos.
Por otro lado, el caso del padre y su hijo está vinculado a la lucha contra la tala ilegal de árboles en la zona. Los informes proporcionados por los familiares indican que los Silva, conocidos por su preocupación por la preservación del medio ambiente, estaban denunciando la tala ilegal que se llevaba a cabo en el bosque de Soroguara.
Esta actividad, que afecta gravemente al ecosistema local, habría puesto a la familia en la mira de quienes, de manera violenta, les privaron de la vida.
Las autoridades encontraron las motocicletas de las víctimas abandonadas cerca de la escena del crimen, lo que refuerza la hipótesis de que el asesinato está directamente relacionado con las denuncias sobre la explotación ilegal de los recursos naturales.
Tras la denuncia, se presume que un grupo de personas desconocidas secuestró a los Silva y luego los asesinó, ocultando los cuerpos en una zona montañosa.
Este trágico suceso ha conmocionado a la comunidad, que exige justicia, y pone de relieve la creciente preocupación por la seguridad de aquellos que denuncian actividades ilegales, especialmente en áreas rurales donde la tala y otras prácticas ilícitas afectan gravemente al medio ambiente.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para dar con los responsables de este crimen, mientras que familiares y vecinos claman por justicia.