En un inicio de año sangriento donde van siete masacres que reportan 25 pérdidas humanas, surgen las incógnitas con respecto a las promesas de la Secretaría de Seguridad sobre un 2019 más próspero para Honduras.
Más allá de los números, defintivamente que los escenarios de dolor de los familiares de estas personas son irreparables, y que nada de lo que hagan podrá devolverles la oportunidad de estar con sus seres queridos una vez más.
Lea También: Existen vínculos entre las últimas dos masacres en Tegucigalpa, según Julián Pacheco
El ministro de Seguridad, Julían Pacheco, anunció que para 2019 habría una reducción significativa de los homicidios para el país, que hasta 2018 eran de 40 por cada 100,000 habitantes, según el Observatorio de Violencia de la UNAH.
Como respuesta a las declaraciones de Pacheco, quien ya daba por iniciada la lucha de la Policía Nacional para erradicar la inseguridad, tiene lugar la primera masacre del año en pleno 1 de enero en Puerto Cortés, que dejó un saldo de tres muertos.
No causaba mucha sorpresa aún, pero luego de la seguidilla de matanzas en Yoro y Tela, la situación comenzaba a tornarse preocupante.
Lea También: ¡POR INSEGURIDAD Y FALTA DE EMPLEO! Más de 500 hondureños arriesgan sus vidas y emprenden nueva caravana migranteLo que si derramó la gota del vaso fue la masacre en la Colonia Villanueva de Tegucigalpa y la del Carrizal en la carretera que lleva al norte del país. Con ello se avizoraba una crísis y un claro llamado de atención para las fuerzas del orden público.
Ante este escenario, Pacheco comentaba que ambos hechos sangrientos donde murieron nueve personas estaban vinculados y que ya se estaba dando con el paradero de los autores intelectuales.
También resaltó «que nada se puede hacer para que no ocurran estos sucesos».
Lea También: Exdirector de la Policía vincula a dos ex funcionarios de alto rango de la Secretaría de Seguridad con “Los Cachiros”No pasaron ni tres horas luego de esas declaraciones, cuando tiene lugar otro escenario lamentable en Olancho, donde perecieron cuatro personas. Eran dos masacres en menos de 24 horas. Sumando siete en total con la de Corquín, Copán.
Cabe destacar que hasta la fecha sólo se capturó a uno de los victimarios, ¿y el resto? Existe conocimiento de que el trabajo toma tiempo, pero definitivamente que el sector seguridad tiene que actuar ahora o nunca porque si no, las 39 masacres del 2018, sólo serán un número irrisorio de lo que se avecinaría en el 2019.
Y la cifra de 90 muertos por cada 100,000 habitantes alcanzada en 2012, puede tener indicios de volverse a lograr e incluso SUPERAR.
¿Usted qué opina?