Los señalados del escándalo Odebrecht van desde figuras importantes del Gobierno hasta empresarios.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos fue el que hizo sonar las alarmas de que ciertos funcionarios de la constructora brasileña Odebrecht les habían confesado su participación en una maraña de sobornos a lo largo de América Latina para quedarse con decenas de contratos en obras públicas.
Colombia no es la excepción, los pagos por dichos sobornos llegan a los 11 de millones de dólares, en un periodo que fue entre el 2009 y el 2014. La propia Fiscalía en Colombia, encontró que el dinero se habría repartido de la siguiente manera:
6,5 millones de dólares fueron concesionados, por parte del Instituto Nacional de Concesiones (INCO), al encargado del proyecto Gabriel García Morales, entonces viceministro de Transporte. Todo para la construcción del Tramo II de la Ruta del Sol, uno de los proyectos viales más importantes de los últimos años en Colombia. Este contrato fue adjudicado en diciembre de 2009 y firmado en enero de 2010.
4,6 millones de dólares para otro proyecto vial, la vía Ocaña-Gamarra, también relacionado al Tramo II de la Ruta del Sol. Esta adición se firmó el 14 de marzo de 2014 por el director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade.
El caso Odebrecht sale del escándalo de corrupción más grande en la historia de Brasil, el famoso Lava Jato y se trató de una red de cambistas clandestinos que operaba en diversos estados del país de la Samba y el Fútbol.
Entre los implicados más sonados en Colombia están: el ex viceministro Gabriel García Morales (mencionado anteriormente), el empresario Enrique José Ghisays Manzur (a quién García Morales delató como el que lavó los dólares de la concesión), el ex senador Otto Bula, el ex senador Plinio Olano y el, todavía, senador Bernardo Elías,
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