El domingo 15 de septiembre, un tiroteo en las inmediaciones de la mansión de Donald Trump en Palm Beach, Florida, dejó al expresidente ileso. Trump estaba jugando al golf alrededor de las 14:00 hora local cuando se escucharon disparos cercanos.
Las autoridades confiscaron un rifle automático AK-47 y una cámara GoPro en el lugar del incidente. El portavoz de Trump, Steven Cheung, confirmó que el expresidente está a salvo y añadió que no se conocen más detalles por el momento.
Según fuentes de la investigación citadas por CNN, el objetivo inmediato de los disparos no era Trump. El tiroteo involucró a dos personas fuera del Trump International Golf Course, en West Palm Beach. Se sospecha que el tirador pudo haber intentado acercarse a Trump, pero el Servicio Secreto impidió su acceso.
Investigación en curso sobre tiroteo contra Trump
El Servicio Secreto y la Oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach están investigando el incidente. El portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, aseguró que Trump no estuvo en peligro y prometió más detalles pronto.
Este suceso ocurre en un clima de alta tensión política en EE.UU., donde las amenazas a figuras públicas han aumentado. Hace dos meses, Trump fue víctima de un intento de asesinato, y la seguridad para él y otros políticos ha sido reforzada. El reciente tiroteo en Pensilvania, que dejó tres muertos y varios heridos, ha reavivado las preocupaciones sobre la seguridad en eventos públicos y privados.
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