En la costa norte de Honduras, donde el mar Caribe ha reclamado territorios que antes pertenecían a comunidades enteras, se levanta una aldea singular que no solo desafía a la naturaleza, sino también a las costumbres sociales: Unión Barra, una comunidad donde no se consumen bebidas alcohólicas.

Este pequeño asentamiento nació tras una tragedia silenciosa. En 2009, un terremoto provocó un progresivo hundimiento del terreno en Barra Cuyamel Pueblo, una comunidad costera del municipio de Omoa, en el departamento de Cortés.

Lea También: «Se repite la historia» | Modelo muere tras recibir misterioso regalo; el momento quedó registrado

La falla tectónica abrió paso al avance del mar, que se internó hasta dos kilómetros tierra adentro, sumergiendo casas y calles.

Un reciente video del creador de contenido hondureño De Viaje con Seoane ha vuelto a poner en el mapa esta historia poco conocida, mostrando imágenes impactantes de estructuras corroídas, ventanas sumergidas y techos aún visibles entre el agua, testigos mudos de lo que una vez fue una comunidad llena de paz y felicidad.

Ante esta catástrofe, más de 70 familias fueron reubicadas en un nuevo terreno, donde nació Unión Barra.

Lea También: ¿Valeria Márquez presentía su muerte? Estas fueron las últimas palabras de la tiktoker

Con el apoyo de organizaciones humanitarias y autoridades municipales, la nueva comunidad cuenta hoy con servicios básicos, una escuela, comedor infantil, sistemas de tratamiento de aguas negras y proyectos productivos como pesca, panadería y sastrería.

Pero lo que verdaderamente distingue a Unión Barra es una decisión colectiva: prohibir la venta y consumo de bebidas alcohólicas. No existen cantinas ni expendios, y los propios habitantes han decidido mantener esta norma como parte de su proceso de reconstrucción y sanación comunitaria.