Desde Danlí hasta las aulas europeas, la historia de un maestro hondureño Rafa Rivera ha comenzado a conmover a muchos dentro y fuera de las fronteras, pues él llegó hasta Bélgica donde le han dado la oportunidad de ejercer su profesión.

Se trata de un docente que, con formación en la Escuela Normal España Villa Ahumada y una licenciatura en la enseñanza del inglés por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), ha dado un giro inesperado a su vida profesional.

Durante su estadía en Bélgica, muchos lo conocieron como “el profe catracho que limpia casas”. Sin embargo, él mismo compartió con mucho sentimiento y entre lágrimas su nuevo comienzo: hoy da clases de inglés en un colegio en el país europeo.

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“Probablemente después de este video te vas a acordar de mí como el profe, como el lic, como el Mr. Catracho que está dando clases de inglés en Bélgica”, expresa con la voz entrecortada.

El camino no fue fácil. El maestro relata que, pese a contar con estudios y vocación, no cumplía con todos los requisitos exigidos por el sistema educativo belga: no tenía el certificado de francés, ni las equivalencias, ni la experiencia local requerida. Aun así, decidió intentarlo.

Recuerda cómo en un primer intento, aunque reconocieron sus cualidades, fue rechazado. Pero aquel “no” no lo tomó como una derrota. “Lo sentí como un ‘no’ con esperanza”, confiesa. “No sabía cuándo iba a llegar el ‘sí’, pero lo sentía”.

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«Las cosas que no tienen explicación, solo tienen una respuesta y la respuesta está allá arriba. Porque sinceramente ahí lo que toca es mirar hacia el cielo y darle gracias al Padre. Vos te acordarás que la última ocasión en que yo intenté aplicar, a pesar de que destacaron mis cualidades, me dijeron que no, pero ese no para mí no fue un no definitivo, porque yo lo sentí un no con esperanza. O sea, yo sentía que detrás de ese no había un sí», relató.

El sí llegó. Contra todo pronóstico y pese a los obstáculos, el docente logró lo impensable: pasar de limpiar hogares y hacer otros oficios a enseñar a jóvenes europeos. “Cada momento ha valido verdaderamente la pena”, afirma, sin poder contener la emoción.

Con un nudo en la garganta, agradece a quienes lo han acompañado en el proceso y lanza un mensaje de aliento a quienes atraviesan sus propias batallas: “Tu momento también va a llegar”.

Mira el video a continuación del maestro hondureño en Bélgica: