La paralización de todas las unidades de taxis en el país es una posibilidad si no se paga el beneficio prometido por el Gobierno, anuncian dirigentes.
«Estamos cansados de pedir al Gobierno que cumpla con lo que promete, hay un remanente de compañeros a los que no se les ha pagado el bono compensatorio de 2 mil lempiras mientras la pandemia dure», dijo Víctor Aguilar, presidente de la Asociación de Taxistas de Honduras (ATAXISH).
Los profesionales del transporte público alegan que el subsidio gubernamental de 2 mil lempiras, no está siendo entregado a «un remanente» de sus compañeros.
A esto añaden otras circunstancias agravantes de la situación, como el funcionamiento «a medio vapor» debido al distanciamiento entre pasajeros que reduce sus ganancias, el alto precio de los combustibles y la inmisericordia bancaria que por deudas va tras sus autos y sus casas.
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Siguatepeque también se pronuncia
En Siguatepeque, Comayagua, a solo 93 kilómetros al norte de las manifestaciones de la ATAXISH, los taxistas también anunciaron hoy futuras protestas, pero la de ellos exige una reparación del tramo del Bulevar Morazán, de esa ciudad.
Franklin Ayala, representante local de los transportistas, denunció que el estado deplorable de la calle, muy transitada por él y sus compañeros, provoca daños considerables en sus vehículos, cuyos gastos de reparaciones salen de sus bolsillos.
«Si no, nosotros, en los próximos días, vamos a tener que ejercer acciones […] para que de una vez por todas [las autoridades] empiecen a trabajar en esta carretera tan importante de Siguatepeque», advirtió el representante.
Ayala también afirmó la solidez y la unidad del gremio que representa, vaticinando una inminente protesta masiva de no cumplirse sus exigencias.
«Nosotros solo convocamos y el gremio nos acuerpa, nosotros solo les decimos ‘tal día’ y nosotros vamos a tener no menos de 300 unidades aquí en la [carretera] CA-5«, sentenció.
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