Virgen de Suyapa: amor y fe marcan los 278 años de su hallazgo en Honduras
Todo gran hallazgo tiene su historia, y la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras, continúa marcando los corazones de los fieles tras 278 años de fe, devoción y amor.
Los antiguos relatos nos transportan a 1747, el año que marcó el inicio de un hecho trascendental: el descubrimiento de la Virgen de Suyapa.
Hallazgo de la Virgen de Suyapa
La diminuta imagen de «Suyapita» fue hallada un sábado de febrero de 1747 por el agricultor Alejandro Colindres y el joven Lorenzo Martínez Calona. Ambos regresaban a la aldea de Suyapa, agotados tras una larga jornada de trabajo en la cosecha de maíz.
Al caer la noche, decidieron descansar cerca de una quebrada en El Piligüín, un lugar propicio para pernoctar.
Se recostaron sobre el duro suelo, y fue entonces cuando ocurrió algo inesperado. En la oscuridad, Alejandro Colindres sintió una molestia al intentar apoyar su cabeza sobre el yagual—una faja de tela que los labriegos solían llevar atada a la cintura y que usaban también como almohada en estas circunstancias.
Sin darse cuenta de que se trataba de una pequeña imagen tallada, Colindres la consideró una simple molestia. Sin embargo, la guardó en su alforja, y a la mañana siguiente se la entregó a su madre, Ana Caraballo, y a su hermana, Isabel Colindres.
Fue entonces cuando notaron la singular pequeña figura que, desde ese momento, comenzaría a forjar su lugar en la historia como la patrona de Honduras.
La Patrona de Honduras
«La Morenita» permaneció en la casa de los Colindres durante 33 años, hasta que, en 1780, Don Bernardo Fernández, propietario de las tierras de Suyapa, construyó una ermita que se convertiría en su nuevo hogar.
Posteriormente, en 1925, el papa Pío XI la declaró oficialmente como la Patrona de Honduras.
Desde entonces, la Virgen de Suyapa se ha convertido en un símbolo de esperanza para todos los hondureños, quienes depositan en ella su fe, promesas y devoción.