A casi dos meses de las elecciones primarias en Honduras, la unidad dentro del Partido Liberal continúa siendo una asignatura pendiente. La propuesta del candidato oficial, Salvador Nasralla, de otorgar cargos de segunda línea al movimiento liderado por Jorge Cálix ha generado molestia entre dirigentes liberales que esperaban una mayor apertura e inclusión en el reparto de poder.

De acuerdo con fuentes internas, Nasralla estaría dispuesto a ofrecer únicamente viceministerios y subdirecciones en instituciones como la NE, INAH, Banadeza, COPECO e Instituto de la Propiedad, entre otras.

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En total, se habla de alrededor de 20 dependencias del Estado, una cifra que contrasta con las más de 200 instituciones que conforman el aparato estatal.

Esta situación ha sido interpretada como una señal de desprecio hacia la segunda fuerza interna del partido, representada por Juntos por el Cambio, movimiento encabezado por Jorge Cálix, quien obtuvo una considerable votación en los comicios internos del 9 de marzo.

Aunque desde el entorno de Nasralla se insiste en que existe apertura y reconocimiento al liderazgo de Cálix, desde las filas calixtas señalan que los obstáculos para un acuerdo no provienen directamente del candidato, sino de asesores que subestiman la necesidad de alianzas internas para las elecciones generales.

Mientras tanto, líderes y candidatos electos en los comicios primarios se preparan para una reunión clave este jueves en Siguatepeque, donde definirán una postura oficial ante las propuestas de Nasralla.

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El objetivo, aseguran, es buscar una verdadera unidad partidaria que permita enfrentar con fortaleza los retos políticos del proceso electoral que se avecina.