Ubicados a pocos kilómetros de la capital, Santa Lucía y Valle de Ángeles son dos destinos que capturan la esencia de la cultura y la belleza natural de Honduras.
Santa Lucía, con su arquitectura colonial y calles empedradas, ofrece un ambiente acogedor. Los visitantes pueden explorar la iglesia de Santa Lucía, un monumento histórico y disfrutar de la gastronomía local en sus encantadoras cafeterías.
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Por otro lado, Valle de Ángeles es conocido por su ambiente bohemio y su vibrante vida artesanal. Este pueblo es el hogar de numerosos talleres de artesanos que crean bellas piezas de cerámica, madera y textiles.
La plaza central es un punto de encuentro ideal para disfrutar de música en vivo y ferias de arte durante la semana morazánica.
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Sin duda alguna, ambos pueblos son perfectos para una escapada de un día, ofreciendo una combinación de historia, cultura y naturaleza. Ya sea explorando sus calles pintorescas o degustando la deliciosa comida típica, Santa Lucía y Valle de Ángeles son paradas obligatorias para quienes deseen experimentar el encanto de Honduras.