El uso de pólvora sigue dejando secuelas irreparables en Honduras. En lo que va de 2024, 12 niños han sufrido mutilaciones como consecuencia de la manipulación de estos artefactos, según informó este martes el doctor Omar Mejía, director de la Fundación Hondureña para el Niño Quemado (Fundaniquem).

Los menores afectados, procedentes en su mayoría de Francisco Morazán, así como de Cortés y Olancho, no solo han perdido extremidades, sino que también enfrentan cicatrices permanentes producto de las quemaduras, detalló Mejía.

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La tragedia pone en evidencia la falta de supervisión y prevención, ya que estos incidentes son completamente evitables, subrayó.

A su percepción deben asumir un rol más vigilante, ya que estas quemaduras no son accidentes y además recordó que en Tegucigalpa está prohibida la venta, manipulación y comercialización de pólvora.

Las autoridades han establecido sanciones para los padres de los menores afectados.

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Mejía hizo un llamado a la reflexión colectiva, instando a la población a celebrar la temporada navideña sin recurrir al uso de pólvora.

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El director de Fundaniquem expresó su preocupación por el inicio temprano de esta problemática en 2024, una cifra que podría incrementarse si no se toman medidas inmediatas para concienciar y reforzar las regulaciones existentes.

La organización insiste en la importancia de la prevención y la educación como las herramientas más efectivas para frenar esta crisis.