Con la voz quebrada por el dolor, don Alonso Mayorquín Rojas, abuelo de los cuatro hermanos asesinados en la masacre del Jueves Santo en la colonia Sinaí de La Ceiba, aseguró que sus nietos eran inocentes y trabajadores.

Aún sin entender qué provocó el crimen, el anciano de 22 años de residir en la comunidad pidió justicia y apoyo a las autoridades.

“No andaban en malos pasos”

“Lo juro ante Diosito, porque yo soy miembro de la iglesia”, expresó don Alonso al referirse a sus nietos, Cristian Josué (21), Daisy Fabiola (18), Juan David (16) y Génesis Gabriela (14).

Los describió como jóvenes humildes, dedicados a sus labores diarias y con buena conducta. “Las muchachitas cuidaban los chanchos, el otro echaba viajes en porqueta, y el más pequeño ni salía”, contó.

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El crimen ocurrió mientras dormían

Según relató, la familia dormía cuando a la 1:00 de la madrugada escucharon múltiples disparos. “No sabía que eran ellos… hasta que mi hija salió gritando”, explicó el abuelo.

Posteriormente, se confirmó la identidad de las víctimas y se sumó una quinta persona fallecida: Wilmer Banegas, quien murió horas después en el hospital por heridas graves.

Ataque armado y miedo en la comunidad

La masacre fue perpetrada por al menos ocho hombres armados que ingresaron por la fuerza a la vivienda. “Rompieron puertas y comenzaron a disparar. Todo sin deber nada”, lamentó. La familia ahora teme por su seguridad y considera abandonar la zona.

Pide justicia y apoyo económico

Don Alonso pidió a las autoridades que hagan su trabajo y ofreció su número de teléfono, 89-83-03-45, para quienes deseen colaborar con los gastos funerarios. “Solo pido justicia… y que Dios nos guarde”, concluyó con tristeza.

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