El flagelo de la extorsión sigue afectando gravemente la economía de Honduras, según representantes de la empresa privada. Empresarios han manifestado su preocupación por el impacto que esta problemática tiene en los negocios y en el desarrollo económico del país.

El presidente de la Federación de Cámaras de Comercio e Industria de Honduras (CCIH), Rolando Alvarenga, enfatizó que la seguridad ciudadana y jurídica es fundamental para la estabilidad económica.

Explicó que muchos empresarios invierten en determinadas zonas, pero terminan perdiendo gran parte de sus ganancias debido a la extorsión.

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Empresarios advierten sobre el impacto de la extorsión en la economía

Es una situación que los obliga a reducir su producción, retirarse del mercado o trasladar sus operaciones a otras regiones, lo que afecta directamente a las comunidades y la economía.

Alvarenga también destacó que la extorsión ha comenzado a expandirse a áreas donde antes no se registraban estos problemas, como el departamento de La Paz. Subrayó la necesidad de que el próximo gobierno implemente políticas públicas efectivas para garantizar la seguridad y generar confianza en el sector productivo.

Los empresarios consideran que este es un desafío pendiente tanto para el actual gobierno como para las administraciones futuras. Insisten en que la lucha contra la extorsión debe ser una prioridad para garantizar el crecimiento económico del país y la estabilidad de las inversiones.

El impacto negativo de la extorsión no solo afecta a los empresarios, sino también a los trabajadores y sus familias. La reducción de inversiones y el cierre de negocios generan desempleo y disminuyen las oportunidades de desarrollo en varias comunidades. Según los empresarios, el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia resulta clave para combatir este flagelo y devolver la confianza a los inversionistas.