Migrantes hondureños «viven con miedo» ante redadas y despliegue militar en Los Ángeles, Estados Unidos
El clima social en Los Ángeles se ha tornado tenso y angustiante para miles de migrantes indocumentados, entre ellos hondureños, tras el inicio de redadas masivas ejecutadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en operativos que se intensificaron desde el pasado 6 de junio de 2025 en Estados Unidos.
Rsidente hondureño en ese condado, relató a medio de comunicación local que el miedo se ha apoderado de la comunidad. Muchos evitan salir de casa, han dejado de asistir al trabajo e incluso han decidido no enviar a sus hijos a la escuela.
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“Tenemos miedo”, declaró, confirmando que él, como muchos otros, ha optado por abastecerse de víveres para varios días con tal de no exponerse al peligro de una redada, incluso en supermercados.
Las intervenciones de ICE se han enfocado en zonas laborales como el Distrito de la Moda y tiendas comerciales, afectando directamente a comunidades latinas y trabajadores indocumentados. En respuesta, miles de manifestantes —en su mayoría hispanos— han salido a las calles exigiendo el fin de las deportaciones y la liberación de los detenidos.
La situación escaló aún más cuando el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de 2 mil efectivos de la Guardia Nacional el 8 de junio, sin autorización del gobernador de California ni de la alcaldesa de Los Ángeles. A esa fuerza se sumaron este lunes 700 marines, en un operativo que no se había visto en seis décadas.
Pese a la militarización, las protestas continúan en puntos clave como el centro de la ciudad, el Ayuntamiento y el Departamento de Policía. Aunque en su mayoría han sido pacíficas, algunos enfrentamientos con las fuerzas del orden han terminado en detenciones y el uso de gases lacrimógenos.
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“Les recomendamos no participar en ningún acto de protesta y menos que fomenten la violencia dentro de sus localidades”, dijo la cónsul hondureña en Los Ángeles, Julissa Gutiérrez Villanueva.
El detonante de estas manifestaciones fue un caso de brutalidad policial contra un joven afroamericano, situación que avivó la indignación por la discriminación racial y la violencia institucional. A ello se suma el creciente malestar por la crisis de vivienda, el alto costo de vida y las políticas migratorias que afectan directamente a una ciudad profundamente marcada por la inmigración.