El cardenal Robert Francis Prevost, originario de Chicago, fue elegido este jueves como Papa León XIV, convirtiéndose en el 267º líder de la Iglesia Católica y el primero nacido en Estados Unidos.

Su elección marca un hito histórico y abre interrogantes sobre el rumbo que tomará el Vaticano, especialmente en temas ambientales, una prioridad creciente bajo sus antecesores.

Prevost desarrolló gran parte de su ministerio en América Latina, particularmente en Perú, donde vivió y trabajó durante más de 18 años. Esta experiencia ha moldeado su mirada pastoral, centrada en las comunidades más vulnerables, muchas de las cuales enfrentan directamente los efectos del cambio climático.

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Un legado ambiental en juego

Durante el papado de Francisco, la Iglesia tomó una postura activa frente a la crisis climática global, especialmente con la encíclica Laudato Si’, que urgía a cuidar “la casa común”.

El papa emérito Benedicto XVI también abordó el tema desde una «ecología humana», subrayando la conexión entre dignidad humana y respeto por la creación.

La pregunta que surge ahora es si León XIV mantendrá esa línea o imprimirá una nueva orientación. Aunque aún no se ha pronunciado oficialmente sobre temas ecológicos como el agua, su paso por regiones afectadas por la escasez de recursos naturales podría influir en su sensibilidad ambiental.

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¿Habrá continuidad?

León XIV es considerado un hombre de perfil moderado, cercano a muchas posturas de Francisco, lo que sugiere una posible continuidad, pero sin garantías. El mundo espera sus primeras homilías y escritos para conocer el rumbo ambiental y social de su pontificado.

La comunidad internacional y los fieles están atentos: ¿Será León XIV un defensor del planeta como sus predecesores?