El lunes 21 de abril, el Vaticano reveló el fallecimiento del Papa Francisco, quien murió a los 88 años a causa de un ictus cerebral, noticia que ha generado una profunda conmoción en el mundo católico.

Al revelarse su fallecimiento, el vaticano decidió dar a conocer sus peticiones que había hecho mediante su testamento fechado el 29 de junio de 2022, donde el Sumo Pontífice dejó clara su última voluntad: pidiendo ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, en una tumba sencilla, sin ornamentación y con una única inscripción: “Franciscus”.

“Solicito que preparen mi sepulcro en el nicho de la nave lateral, entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal, como se indica en el documento adjunto”, escribió el Pontífice.

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El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única escritura: ‘Franciscus’”, escribió el Papa en su testamento.

Testamento Papa Francisco

Una despedida en el santuario mariano

En el texto, el Papa expresa con serenidad que presentía el final de su vida y, con esperanza en la Vida Eterna, pidió reposar en el santuario mariano que marcó profundamente su pontificado.

“Siempre he confiado mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por eso, pido que mis restos mortales descansen en espera del día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor”, escribió.

Francisco también recordó que solía visitar ese templo antes y después de cada viaje apostólico para encomendarse a la Virgen y agradecerle su protección. “Deseo que mi último viaje terrenal concluya precisamente en este antiguo santuario mariano”, añadió.

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Una sepultura sencilla, oraciones y entrega final

Fiel a su estilo sobrio y cercano, el Papa argentino rechazó toda forma de ostentación en su entierro. No quiso grandes monumentos ni lápidas decoradas. Solo su nombre, grabado en la piedra.

El documento aclara que los costos del sepelio serán cubiertos por un benefactor cuya donación será administrada por el monseñor Rolandas Makrickas, comisionado extraordinario del Capítulo Liberiano.

papa Francisco

En la parte final del testamento, el Papa pidió con humildad que se rece por él: “Que el Señor conceda la recompensa merecida a quienes me han amado y continuarán orando por mí”.

También dejó un último gesto de fe y compromiso con la humanidad: “Ofrecí al Señor el sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos”.

El legado del Papa Francisco

La publicación del testamento deja ver una vez más la esencia de Francisco: un pastor que eligió siempre la sencillez, incluso en la muerte. Su última voluntad no fue un palacio ni una gran ceremonia, sino el descanso humilde en una iglesia a la que acudía como peregrino.

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