La tensión entre México y Estados Unidos se intensifica a raíz de un nuevo conflicto por el manejo del agua en la frontera norte.

El presidente estadounidense, Donald Trump acusó públicamente a México de “robar el agua de los agricultores de Texas”, en referencia a un presunto incumplimiento del tratado de aguas firmado en 1944.

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«México ha estado robando el agua de los agricultores de Texas, apenas el mes pasado detuve los envíos de agua a Tijuana hasta que México cumpla con el tratado», escribió Trump en sus redes sociales.

Según lo estipulado, México debe entregar a Estados Unidos unos 2.100 millones de metros cúbicos de agua del río Bravo cada cinco años. A cambio, Estados Unidos se compromete a enviar anualmente cerca de 1.850 millones de metros cúbicos desde el río Colorado hacia México.

Sin embargo, funcionarios estadounidenses han señalado que México adeuda más de 1.480 millones de metros cúbicos del río Bravo, lo que ha afectado directamente a los cultivos del sur de Texas, particularmente en el Valle del Río Grande, según medios locales. La situación se ha visto agravada por una severa sequía y por el aumento en el consumo agrícola en el norte de México.

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Ante los señalamientos, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum defendió el tratado y rechazó cualquier intención de renegociarlo. “Es un acuerdo justo”, aseguró durante su conferencia matutina, agregando que la diferencia en el volumen de agua entregada se debe a las condiciones hidrológicas naturales. “Estados Unidos entrega más agua porque así es la cantidad de agua que hay en cada lugar, no es más que eso”, sostuvo.

Sheinbaum también explicó que la Comisión Internacional de Límites y Aguas, responsable de supervisar el cumplimiento del tratado, ya está evaluando propuestas para mitigar los efectos de la sequía en ambos lados de la frontera.