Vladimir Putin confirma uso de “misteriosa arma” contra Ucrania, ¿de qué se trata?
En un ataque registrado el 21 de noviembre, misiles rusos impactaron la ciudad ucraniana de Dnipro, dejando al descubierto el uso de un arma hasta ahora desconocida.
Entre los proyectiles lanzados se encontraban misiles de crucero Kh-101 y balísticos Kinzhal, pero también un nuevo misil hipersónico denominado Oreshnik, según confirmó más tarde el presidente Vladimir Putin.
Lea También: Honduras entre los países que deben arrestar al primer ministro israelí Netanyahu ¿Por qué?El ataque, que tuvo como objetivo una instalación militar ucraniana, marca un capítulo preocupante en el conflicto. Putin aseguró que el Oreshnik viaja a más de diez veces la velocidad del sonido y es “imposible de interceptar”.
¿Misteriosa arma es poderoso misil?
Sin embargo, expertos y funcionarios occidentales han cuestionado estas afirmaciones, señalando que el misil está basado en el RS-26, un modelo probado hace más de una década, lo que pone en duda su carácter revolucionario.

El contexto del ataque sugiere un doble propósito: advertir a Ucrania y a sus aliados occidentales, y enviar un mensaje de disuasión, particularmente a Estados Unidos y la OTAN. Este episodio coincide con una reciente actualización de la doctrina nuclear rusa, que amplía las circunstancias bajo las cuales podría emplear armas nucleares, incluidas respuestas a ataques convencionales en territorios aliados o respaldados por potencias nucleares.
Aunque el uso del Oreshnik parece diseñado más para intimidar que para causar destrucción masiva, el gesto subraya un cambio en las dinámicas de guerra con misiles. Este lanzamiento es el primer uso en combate de un misil hipersónico de alcance intermedio con múltiples ojivas.
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Occidente sigue alerta ante las amenazas de escalada. Aunque Putin ha evitado ataques directos contra la OTAN, su retórica y despliegue de armas avanzadas como el Oreshnik buscan mantener la presión y complicar la estrategia de apoyo internacional a Ucrania.
El conflicto, lejos de apaciguarse, avanza hacia una peligrosa carrera armamentista con implicaciones globales.