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Donald Trump declara emergencia nacional en la frontera mientras Honduras busca frenar deportaciones masivas

Luego del anuncio del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de declarar una emergencia nacional en las fronteras para intensificar el control migratorio y deportar a inmigrantes indocumentados con antecedentes delictivos, el Gobierno de Honduras busca establecer acercamientos con las autoridades norteamericanas para mitigar los efectos de esta medida en sus ciudadanos.

La decisión del mandatario estadounidense, dirigida a frenar el ingreso irregular y combatir delitos asociados a la inmigración ilegal, podría tener consecuencias graves para los hondureños que ya residen en Estados Unidos y aquellos que buscan ingresar.

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Según el Observatorio de Migraciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), el impacto será significativo, especialmente considerando que muchos de los deportados tienen antecedentes vinculados a actividades ilícitas.

Además, la decisión de Trump de clasificar a los traficantes de drogas como terroristas podría derivar en una mutación de las operaciones de los cárteles hacia países como Honduras, advirtió el analista.

Esto plantea un desafío adicional para las autoridades de seguridad, quienes deberán implementar planes específicos para evitar un aumento en las actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico.

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Criminólogos coinciden en que la prioridad del gobierno hondureño debe ser el fortalecimiento de los sistemas de seguridad y la reintegración de los deportados, para evitar un incremento en la criminalidad y preservar la estabilidad social del país.