Cónclave en el Vaticano: guía para entender el proceso para escoger un nuevo papa
En las últimas horas, la salud del papa Francisco se ha complicado, generando mucha preocupación sobre millones de fieles católicos, pues en el más reciente parte médico, el pontífice padece neumonía bilateral.
Por ello, muchas son las interrogantes sobre el futuro de la iglesia católica si el papa Francisco, quien ya es un hombre de 88 años, muriera o renunciara por su delicado estado de salud.
Como es una de las religiones más antiguas de la historia de la humanidad, mantiene siglos de tradición y elaborados procesos en caso de deceso del pontífice, pero el más importante de todos es el cónclave, donde se escogerá al sucesor del Vicario de Cristo.
El origen del papado
La Iglesia Católica indica que, inicialmente, el Papa era el Obispo de Roma, y San Pedro, uno de los 12 discípulos de Jesús, fue el primero en asumir tal posición.
La denominada «Teoría Petrina» sostiene que la autoridad y la responsabilidad que Jesús concedió a Pedro son las mismas que se han dado a todos los papas en el futuro.
El término «Papa», también conocido como Pedro, proviene del latín, dado que era un vocablo empleado por los eclesiásticos. Este vocablo se transformó en el modo único de aludir al líder de la Iglesia Católica hasta el siglo VI.
¿Cómo se elegía un papa en la antigüedad y el origen del cónclave?
En 1059, el Papa Nicolás II emitió un decreto que originó el proceso de elección papal que conocemos en la actualidad, donde se designó a los cardenales como electores, reduciendo así el impacto de la aristocracia romana y el «bajo clero».
Esto sentó los cimientos del Colegio Cardenalicio, establecido oficialmente en 1150.
En caso de que el Papa no esté presente, ya sea por fallecimiento o dimisión, todos los integrantes del Colegio Cardenalicio tienen la obligación de participar en la elección, denominada popularmente como cónclave. Solo se autorizan las ausencias por razones de salud o por superar el rango de edad.
La última elección por dimisión tuvo lugar en 2013, año en que Benedicto XVI dio su renuncia. Este cónclave propició la gestión de Francisco en la dirección de la Iglesia; su última dimisión previa tuvo lugar en 1415.
Evolución del cónclave
La elección papal ha experimentado una evolución a lo largo del tiempo, dado que en 1179 se determinó que para ser designado Obispo de Roma se necesitaba una mayoría de dos tercios; durante la Edad Media, solo 70 cardenales podían tomar parte en la elección y más de cuatro siglos más tarde, se estableció el tope máximo de candidatos: 120, además de que en 1970 se estableció el tope máximo de votantes y postulantes: 80 años.
Cuando se encuentra vacante el trono papal, el cónclave se inicia entre 15 y 20 días tras la salida del último Pontífice, tiempo fijado para que los cardenales puedan desplazarse al Vaticano.
¿Dónde se reúnen los cardenales?
El Colegio Cardenalicio se congrega de forma separada en la Capilla Sixtina, donde votarán hasta alcanzar un acuerdo mayoritario que designe al nuevo Papa.
En el interior, se elaboran las boletas y se distribuyen a los cardenales, cada uno de los cuales anota el nombre del «aspirante perfecto» para convertirse en el nuevo papado.
El procedimiento de voto, denominado «escrutinio», se lleva a cabo de forma confidencial.
El post escrutinio implica el recuento y registro de votos, se efectúa una comprobación y, finalmente, se realizan los votos.
El primer día del encuentro se lleva a cabo una primera votación, y cada día del proceso se llevarán a cabo un máximo de cuatro etapas de votación.
Si en tres días no se encuentra un nuevo Papa, los votantes dedicarán un día completo a descansar, rezar y meditar. Si se repite seis veces más el ciclo de cuatro días, se realiza una «segunda vuelta» entre los dos aspirantes que obtuvieron más sufragios.
Al concluir cada sufragio, el humo informa al mundo el desenlace del día: si es humo de color negro, no se ha designado un nuevo Papa y el cónclave seguirá, mientras que, si es humo de color blanco, la Iglesia Católica ha adquirido un nuevo líder.
En la elección papal más reciente de 2013, se observaron cuatro columnas de humo negro antes que el humo blanco. Poco más tarde, el mundo tuvo la oportunidad de conocer al nuevo Papa: Jorge Mario Bergoglio, elegido como papado por el nombre de Francisco.