La neurocientífica Jimo Borjigin, de la Universidad de Michigan, ha revelado hallazgos sorprendentes sobre la actividad cerebral en el momento de la muerte, desafiando las creencias médicas establecidas.

Su investigación, que comenzó casi por accidente hace más de una década, reveló que los cerebros de ratas mostraron una intensa actividad de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, tras su fallecimiento.

Lea También: Este es el país en Latinoamérica que podría volverse inhabitable para 2070

Este descubrimiento la llevó a explorar cómo funciona el cerebro humano durante el proceso de morir, descubriendo que, en lugar de estar hipoactivo como se creía, se activa significativamente.

Borjigin y su equipo han demostrado que incluso cuando el corazón deja de latir, el cerebro puede mostrar una actividad notable. Estudios con pacientes en coma mostraron que, al retirar el soporte vital, algunos cerebros mostraron actividad asociada con funciones cognitivas complejas, como la percepción sensorial y el procesamiento visual.

Estos hallazgos sugieren que las experiencias cercanas a la muerte, como ver una luz intensa o tener sensaciones fuera del cuerpo, podrían estar relacionadas con esta actividad cerebral intensa en lugar de ser fenómenos extracorpóreos.

Borjigin enfatiza la necesidad de comprender mejor estos mecanismos cerebrales para evitar diagnósticos prematuros de muerte y mejorar el manejo médico de situaciones críticas.

Su investigación desafía la concepción tradicional de la muerte como un proceso donde el cerebro simplemente se apaga junto con el corazón. Al contrario, sugiere que el cerebro podría estar equipado con mecanismos endógenos para enfrentar la falta de oxígeno, una teoría respaldada por analogías económicas donde los sistemas priorizan funciones esenciales para sobrevivir.

Lea También: ¿Cuáles son las dos letras que desaparecen del abecedario español por decreto de la RAE?

Borjigin reconoce que estos estudios son solo el comienzo y que se necesitan más investigaciones para comprender completamente el impacto de la actividad cerebral en situaciones críticas.

Su trabajo representa un avance significativo hacia una nueva comprensión de lo que realmente sucede en el cerebro al borde de la muerte, desafiando las percepciones convencionales y abriendo nuevas vías para la investigación médica y científica.