El Centro Escolar Básico Monseñor Jacobo Turcios, de la aldea Suyapa, de la capital, debió cerrar sus puertas ante la creciente ola de violencia que viven los alumnos y docentes.
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Esta situación viene de una falta de atención a las condiciones de seguridad básicas en los barrios, considera el sociólogo Carlos Padilla, al ser consultada su opinión en torno a esta problemática.
Lea También: Fuera de peligro maestra tiroteada en Tegucigalpa“Porque sino tenemos lo que está ocurriendo ahora, que hasta después que pasan los incidentes el Estado quiere reaccionar con fuerza, militarizando las instituciones de educación pública”, expresó Padilla.
Otro de los azotes que enfrentan los centros educativos es la extorsión, un problema que se sabe, no es nuevo; sin que hasta el momento el trabajo preventivo policial haya hecho la diferencia.
Lea También: Madre de niño asesinado en Suyapa tendrá que recibir tratamiento sicológicoAnte la decisión gubernamental de “militarizar” los centros educativos, como el caso de la aldea Suyapa, una maestra cuestiona cuánto tiempo va a permanecer esta vigilancia y después qué.
“Llevar los militares, sí puede detener la violencia por unos días; pero imagínese ese padre y esa madre, cómo va a llevar a sus hijos con ese gran miedo y el daño sicológico que le estamos dando al niño”, ella calificó de ‘imperdonable’ que los alumnos estén viendo violencia en los centros educativos.
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